El investigador Domènec Puig del IISPV y de la URV coordinará un proyecto internacional que jugará un papel clave en la detección y la prevención del cáncer de mama. Se trata del proyecto BosomShield, orientado al desarrollo de una plataforma software que analiza imágenes para clasificar los diferentes tipos de cáncer de mama y predecir la peligrosidad y la probabilidad de recaída por metástasis. Está liderado por el laboratorio de Robótica y Visión Inteligentes de la URV, encabezado por el investigador Domènec Puig del IISPV y que forma parte del grupo de investigación ITAKA del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la universidad. Cuenta con la colaboración de universidades, hospitales, grupos de investigación biomédica y centros tecnológicos europeos, asiáticos y norteamericanos. Está financiado por las Acciones Marie-Sklodowska Curie (Horizon MSCA), el programa de referencia de la Unión Europea para la formación doctoral y postdoctoral, y se alargará hasta el 2026.
“La novedad principal del proyecto es que por primera vez se pone en común el análisis de las imágenes radiológicas, es decir, las mamografías, las resonancias magnéticas…, y el análisis de las imágenes histopatológicas, las microscópicas de las células. Estos dos tipos de imágenes hasta ahora se analizaban por separado, y el hecho de trabajarlas conjuntamente permite una predicción mucho más cuidadosa, avanzarse al máximo, precisar las características, la benignidad o malignidad, y las posibilidades de metástasis, de expansión más allá del pecho, de recurrencia…”, explica Domènec Puig.
El proyecto se divide en diez subproyectos, cada uno desarrollado por uno de los partners y que tratan las diferentes fases del proceso: el análisis de las imágenes radiológicas, el análisis de las imágenes histopatológicas, la predicción de las posibilidades de recaída aunando los dos tipos de imágenes y el diseño de la plataforma. Los responsables de cada subproyecto son candidatos a doctorado escogidos por cada institución. “Por las reglas de movilidad europea, los candidatos tienen que haber residido en el país del que forma parte cada institución un máximo de un año de los últimos tres, lo cual fomenta un intercambio internacional muy interesante”, apunta Puig.
El equipo de la URV se encarga del primer subproyecto, que tiene por objetivo “determinar el subtipo molecular de cáncer de mama utilizando imágenes radiológicas multimodales”, tal y como explica Hatem Rashwan, investigador del laboratorio de Robótica y Visión Inteligentes y profesor visitando del departamento: “No es una tarea sencilla, pero gracias al Deep learning (aprendizaje profundo) y a la inteligencia artificial podemos encontrar los marcadores tumorales a través de estas imágenes radiológicas.” Rashwan pone en valor el hecho de determinar los subtipos moleculares de cáncer, puesto que “permite saber si es peligroso o si puede haber recaída al cabo de unos años, en este caso en colaboración con los partners suecos”. En este sentido, Domènec Puig explica que los subproyectos están pensados para estar interrelacionados, con reuniones y puestas en común y mucha movilidad, con estancias de los responsables de cada proyecto en las otras instituciones.
El Hospital Universitario Sant Joan de Reus y el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa también están involucrados en el proyecto, así como el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV), que se centra en el análisis del riesgo de reincidencia por metástasis.
El papel del IISPV
El grupo de investigación en Patología Oncológica y Bioinformática del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) participa en este proyecto centrándose en el análisis del papel de la respuesta inmune de los ganglios linfáticos axilares con riesgo de recaída por metástasis a distancia. En este sentido, Carlos López (que junto con Marylene Lejeune son los responsables del grupo) pone de manifiesto que es primordial estudiar los factores de riesgo de una paciente para desarrollar este tipo de metástasis ya que cuando ésta se produce es muy probable que no sobreviva. El Hospital Universitari Sant Joan de Reus y el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, donde está ubicado este grupo de investigación, también están involucrados en el proyecto.
“La respuesta inmune de nuestro cuerpo son las defensas que nos protegen tanto de virus como de bacterias, pero que también se ha visto que tienen un papel importante en la evolución de los tumores. En el cáncer de mama se ha investigado la respuesta inmune al tumor primario de la mama, pero hay muy pocos estudios focalizados en su estudio en el ganglio linfático de la axila, que suele estar en el primer lugar donde el cáncer de mama hace metástasis regionales. Nuestro papel en el proyecto es aportar la información clínica, patológica, e imágenes digitales radiológicas y también a nivel histológico de las biopsias de las pacientes para poder integrar toda la información para identificar a aquellas pacientes con un mayor riesgo de metástasis a distancia. La parte más innovadora del proyecto aparte de la aplicación de la inteligencia artificial es la integración de la información de la respuesta inmune de los ganglios linfáticos”, explica Carlos López.
“Al final, entre todos, crearemos una plataforma al alcance de la práctica clínica, que esté en los hospitales, que permita al médico especialista recibir un aviso del sistema, por ejemplo de si hay alguna sospecha en una paciente determinada, y que lo ayude a tomar mejores decisiones, más fundamentadas y eficientes”, asegura Domènec Puig, el equipo del cual ya hace tiempo que trabaja en proyectos de ayuda a la diagnosis del cáncer de mama. De hecho, la idea del proyecto surge de la URV, codo a codo con el IISPV, dándole forma hasta encontrar la propuesta más afinada y contactando con el resto de instituciones hasta conformar el consorcio que lo materializará. “Este es nuestro gran proyecto, el que engloba todo lo que hemos hecho hasta ahora y el que llevará a tener un sistema universal, funcional y adecuado”, concluye Puig.