Tarragona, jueves 5 de septiembre. El consumo de frutos secos para prevenir enfermedades está despertando un interés cada vez más creciente en los últimos años. Un estudio con más de un millón de participantes de todo el mundo y liderado desde el IISPV-URV y la Universidad de Copenhague permitirá profundizar en esta línea de investigación, con el objetivo de conseguir impulsar un cambio a nivel mundial en el ámbito de la salud pública consiguiendo que se diseñen guías dietéticas basadas en estos alimentos y que sus recomendaciones formen parte de los protocolos en salud pública o médicos que se siguen para atender a los pacientes y prevenir enfermedades.
La investigación (comenzó este febrero y se prolongará durante 3 años) está financiada por la International Nut & Dried Fruit Council y realizará un análisis de estudios de seguimiento de personas de diferentes partes del mundo (de casi todos los continentes: Europa, América , Asia y Oceanía), para observar la relación de la frecuencia de consumo de frutos secos y su estado de salud, y así determinar si estos alimentos se asocian con la aparición, a lo largo de los años, de enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares, el infarto de miocardio, el accidente vascular cerebral, la diabetes o las llamadas neurodegenerativas (como la demencia y el Alzhéimer). También evaluará si las personas que consumen frecuentemente frutos secos tienen menos riesgo de mortalidad.
Este estudio es innovador porque, por un lado, es uno de los pocos que se lleva a cabo a escala mundial (hasta ahora las investigaciones en este campo se han realizado mayoritariamente en Europa y en Estados Unidos de América), y porque, por otro lado, utilizará un tipo de herramienta estadística llamada metaanálisis, que permitirá analizar y comparar datos obtenidos en el estudio de 26 cohortes o grupos de personas de diferentes partes del mundo. “Estudios previos realizados en varios países han utilizado técnicas distintas para analizar sus datos. Por tanto, es difícil compararlos y llegar a una conclusión, así como determinar si los frutos secos son convenientes o no para la prevención de enfermedades. Además, lo publicado hasta ahora procede principalmente de estudios realizados en Europa y Estados Unidos, con lo que estos datos no son representativos de lo que ocurre en otras partes del mundo. Para poder comunicar mundialmente recomendaciones dietéticas, es necesario analizar los datos de diversas partes del mundo. Esto es exactamente lo que se pretende con esta investigación. Si se observa que los frutos secos son beneficiosos para la prevención de enfermedades crónicas, dada su versatilidad, los profesionales sanitarios podrían recomendar su consumo como snacks o aperitivos, o utilizarlos en la preparación de las comidas diarias”, explica la Dra. Marta Guash Ferré, que es la responsable de liderar la investigación, junto con el Dr. Jordi Salas Salvadó, al frente del Grupo de Investigación en Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental (ANUT-DSM) del IISPV-URV-CERCA y CIBERobn (Instituto Carlos III).
Por su parte, el Dr. Jordi Salas afirma: “Aunque se han realizado algunos estudios a nivel mundial, sería importante aglutinar la información existente de cada uno de ellos para comprender definitivamente qué nos dice la evidencia científica sobre el consumo de frutos secos en el contexto de la prevención de enfermedades”.
El equipo investigador
Este proyecto colaborativo (bautizado con el nombre de Nut Consumption and Prevention of Non-communicable Diseases: A Global Individual Participant Data Meta-analysis -NUTPOOL-) está dirigido por la Dra. Marta Guasch y el profesor Jordi Salas, e incluye investigadores de Dinamarca y España. En Dinamarca, forman parte del equipo las investigadoras postdoctorales de la Universidad de Copenhague (UCPH) Marta Trius Soler y Cristina Valle Hita. En España, el equipo de investigadores incluye a la Dra. Nancy Babio, profesora agregada de Nutrición y Dietética de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y los investigadores postdoctorales seniors de la Unidad de Nutrición Humana del IISPV-URV-CIBERobn, Sangeetha Shyam y Jesús Francisco García-Gavilán.