Un equipo investigador de la Unidad de Nutrición Humana del IISPV, la URV y el CIBERobn compara análisis de sangre y hábitos alimentarios de más de 7.000 personas para relacionar la carga ácida de la dieta con la funcionalidad de los riñones
Los riñones cumplen una función imprescindible en nuestro organismo eliminando el exceso de líquido y los desechos del cuerpo. Su correcto funcionamiento regula el equilibrio ácido/base de la sangre y previene la acidosis metabólica, es decir, la disminución del pH sanguíneo. Varios estudios publicados durante los últimos años han demostrado que la dieta puede afectar este equilibrio y asociarse con la progresión de diferentes enfermedades, entre las cuales se incluyen los problemas renales. Generalmente, aquellos alimentos ricos en proteínas contribuyen a la formación de ácidos en sangre, mientras que aquellos de origen vegetal los contrarrestan. Por lo tanto, seguir una dieta saludable con baja carga ácida podría ser una estrategia de prevención útil contra la Enfermedad Renal Crónica. Esta enfermedad, que implica un mal funcionamiento de los riñones, ha ido adquiriendo una mayor importancia dado que supone un gran impacto a nivel mundial. De hecho, afecta al 9,1% de la población global y al 35% de las personas mayores de 70 años. Además, frecuentemente se acompaña de una disminución en la calidad de vida, mortalidad prematura y aparición de enfermedades cardiovasculares.
Dado que las conclusiones de los estudios previos relacionados con este tema son inconsistentes, el grupo de investigación de la Unidad de Nutrición Humana del IISPV, la URV y el CIBERobn junto con otros investigadores del estudio PREDIMED-Plus, han evaluado la relación entre la carga ácida de la dieta y los cambios en la función renal. Se registraron los hábitos alimentarios de casi 7.000 personas de avanzada edad con alto riesgo cardiovascular distribuidas por todo el Estado Español y se realizaron análisis sanguíneos, además de recoger datos socioeconómicos de interés. Los resultados obtenidos apuntan a que una mayor carga ácida de la dieta se relaciona con un empeoramiento de la función renal. Los investigadores también comprobaron que las personas que consumieron una dieta con una mayor carga ácida fueron más propensas a sufrir un declive superior o igual al 10% en la función renal.
Las observaciones de este estudio señalan la importancia de optimizar la alimentación y mejorar los hábitos alimentarios hacia un patrón de dieta saludable con una baja carga ácida para mantener una buena salud renal y reducir el riesgo de otras enfermedades crónicas. En la práctica, estos resultados señalan que una dieta con menor consumo de carnes rojas y productos ultra-procesados —alimentos con una alta carga ácida— y, a su vez, un mayor consumo alimentos de origen vegetal como frutas y verduras es recomendable. Este estudio, publicado recientemente en la revista Frontiers in Nutrition, ha sido realizado por la investigadora predoctoral de la URV Cristina Valle-Hita, y liderado por Andrés Díaz-López, investigador Serra Hunter de la URV, Nancy Babio, investigadora y profesora agregada de la URV, y Nerea Becerra-Tomás, investigadora postdoctoral en Imperial College London y colaboradora de la Unidad de Nutrición Humana (URV). Todos ellos son miembros del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).
Referencia: Valle-Hita C, Becerra-Tomás N, Díaz-López A, et al. Longitudinal association of dietary acid load with kidney function decline in an older adult population with metabolic syndrome. Front. Nutr. 2022;10.3389/fnut.2022.986190. doi:10.3389/fnut.2022.986190