Fumar o haber fumado alguna vez aumenta un 25% el riesgo de diabetes tipo 2

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Fumar o haber fumado alguna vez aumenta un 25% el riesgo de diabetes tipo 2

En el caso de personas que fuman 20 o más cigarrillos al día el riesgo se duplica. Son datos de un estudio liderado por la Unidad de Nutrición Humana de la URV

Fumar incrementa significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Sin embargo, el consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, no ofrece ninguna protección frente a esta enfermedad, tal y como apuntaban hasta ahora algunos estudios previos. Así lo demuestra un nuevo estudio internacional liderado por Indira Paz-Graniel, investigadora de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV), en colaboración con el equipo de Nutritional Epidemiology Research de la Université Sorbonne Paris Nord (Francia).

Parte del equipo investigador: Jordi Salas-Salvadó, Indira Paz-Graniel y Nancy Babio.

La investigación ha analizado conjuntamente los efectos del tabaco y del alcohol en el desarrollo de la diabetes tipo 2, aspecto hasta ahora poco explorado. El objetivo era esclarecer si, más allá de su influencia por separado, ambas conductas podían tener un efecto combinado sobre el riesgo de padecer la enfermedad.

Para ello, se utilizaron datos de más de 110.000 participantes de la cohorte NutriNet-Santé, una de las mayores de Europa en salud pública. Durante un seguimiento medio de 7,5 años se diagnosticaron 1.175 nuevos casos de diabetes tipo 2.

Los resultados muestran que las personas que fuman o han fumado alguna vez tienen un 25% más de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que las que nunca lo han hecho. El riesgo es especialmente elevado en aquellas que fuman 20 o más cigarrillos al día, que duplican la probabilidad de sufrir la enfermedad en comparación con fumadores moderados o ligeros.

El equipo investigador también comprobó que el consumo de alcohol, en niveles bajos o moderados, no se asoció a ningún efecto protector frente a la diabetes tipo 2, datos que contradicen a estudios previos, que indicaban que este consumo de una copa de vino al día -o equivalente- podría disminuir el riesgo de padecer la enfermedad.

Cuando se analizó el consumo combinado de tabaco y alcohol, no se observó un aumento adicional del riesgo. Esto indica que, al menos en la población estudiada, ambas conductas no actúan de forma sinérgica sobre el desarrollo de la enfermedad.

«Sabemos que el tabaco es un factor de riesgo muy claro, pero nos sorprendió comprobar que el alcohol por sí solo no modificaba el riesgo de diabetes», explica Indira Paz-Graniel. Sin embargo, la investigadora advierte que los resultados deben interpretarse con precaución, ya que la cohorte NutriNet-Santé está formada mayoritariamente por mujeres con un nivel educativo elevado y hábitos de vida saludables. «Se necesitan más estudios en poblaciones diversas para comprender mejor la interacción entre el alcohol y la nicotina», añade.

En la investigación también participaron el catedrático Jordi Salas-Salvadó, director de la Unidad de Nutrición Humana de la URV, y la profesora Nancy Babio, ambos miembros del CIBERobn y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), junto con la investigadora principal.

Los resultados se han publicado en la revista American Journal of Preventive Medicine (agosto de 2025) y se han presentado en el Congreso Internacional de Nutrición de la International Union of Nutritional Sciences (IUNS), celebrado recientemente en París.

Referencia bibliográfica: Paz-Graniel I, Kose J, Duquenne P, et al. Alcohol, smoking and their synergy as risk factors for incident Type 2 Diabetes. American Journal of Preventive Medicine. 2025 Jul 31:108011. doi:10.1016/j.amepre.2025.108011