Este miércoles 11 de junio, Día Mundial del Cáncer de Próstata, se destaca la importancia de garantizar una detección precoz. El IISPV investiga con el fin de encontrar formas más eficaces y menos invasivas para dar con pronóstico de tumores en fase avanzada y tratarlos con antelación
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre los hombres en la provincia de Tarragona. Cada año se diagnostican allí aproximadamente 670 nuevos casos, una cifra que supone casi uno de cada cuatro cánceres masculinos. Con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Cáncer de Próstata, este miércoles 11 de junio, el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) recuerda la importancia de garantizar una detección precoz de este tipo de cáncer. En este sentido, el IISPV cuenta con distintas líneas de investigación activas para comprender mejor el cáncer de próstata y encontrar formas más eficaces y menos invasivas de hacer el pronóstico de los tumores y tratarlos con antelación. Así lo destaca la doctora Matilde Rodríguez Chacón, responsable del grupo de investigación de Biomarcadores de Enfermedades y Mecanismos Moleculares (DIBIOMEC) del IISPV en el Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona, a quien la Asociación Española contra el Cáncer ha concedido recientemente una ayuda para desarrollar un proyecto centrado en crear una nueva herramienta predictiva del cáncer de próstata agresivo.
Las principales líneas abiertas de investigación del grupo son, por un lado, encontrar un pronóstico más seguro y preciso mediante biomarcadores innovadores —en este caso a través de una prueba novedosa en semen— y, por otro, profundizar en el papel oculto de la grasa que rodea la próstata, la cual puede actuar como fuente de energía para el tumor, favoreciendo su crecimiento y agresividad. «Lo que preocupa no es tanto la presencia de esta grasa por sí sola, sino cuando forma parte de un contexto de obesidad o sobrepeso. Esto no quiere decir que una persona con obesidad vaya a desarrollar necesariamente un cáncer de próstata, pero sí que, si lo desarrolla, es más probable que sea más agresivo», explica Rodríguez Chacón. Por este motivo, «controlar el peso y mantener hábitos saludables es clave para reducir riesgos y facilitar un mejor pronóstico».
Un pronóstico más seguro y fiable
Desde 2016, el grupo de investigación trabaja en estrecha colaboración con el servicio de Urología del Hospital Joan XXIII de Tarragona en el desarrollo de una prueba destinada a detectar la agresividad del cáncer de próstata mediante el análisis de biomarcadores en biopsia líquida de semen, con una precisión del 90,9 % para clasificar la agresividad del tumor y permitir su tratamiento temprano. Desde sus inicios, este test ha avanzado significativamente. Inicialmente se consideraban siete biomarcadores, pero gracias a la evolución de la investigación del grupo, se ha conseguido reducir a tres sin perder eficacia pronóstica. Además, se ha diseñado un algoritmo que permite aplicar estas determinaciones en semen de los biomarcadores en el ámbito clínico, con el objetivo de facilitar el pronóstico y la personalización del tratamiento en pacientes afectados. Ahora, el reto del grupo de investigación es validar la prueba con un mayor número de muestras mediante estudios multicéntricos, un «paso necesario, entre otros, para consolidar su uso en la práctica médica habitual».
Con esta investigación, se busca reducir las biopsias innecesarias, empleando métodos menos invasivos y más fiables para detectar tumores agresivos, así como ofrecer estrategias personalizadas para pacientes con tumores no agresivos que no requieran cirugía inmediata.
Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer del año 2024, en España se han diagnosticado más de 34.000 casos de cáncer de próstata, de los cuales 5.400 fueron en Cataluña y 616 en Tarragona. Se estima que entre 2024 y 2029 haya cerca de 150.000 nuevos casos en el Estado español, con un aumento notable entre hombres menores de 70 años. Solo el 40 % de los hombres entre 50 y 65 años en la provincia se realizan controles regulares, y esta cifra mejora entre los mayores de 65 años, alcanzando el 55 %, aunque, según los expertos, sigue siendo insuficiente.
La posible razón del aumento de casos en hombres más jóvenes, menores de 70 años, podría ser multifactorial. Según la doctora Rodríguez Chacón, esto podría deberse a cambios en el estilo de vida, mejoras en el diagnóstico y programas de detección precoz que identifican tumores en etapas más iniciales y en pacientes más jóvenes, así como a factores ambientales y predisposición genética.